En nuestro tiempo la filosofía de la conciencia ha dejado paso a la filosofía del lenguaje. Cuando los distintos lenguajes de la fe dialogan con la epistemología, la filosofía de la ciencia, la filosofía de la religión y la teología fundamental, emerge uno de los temas esenciales del pensar humano: la significación. Más aún, esta cuestión esencial de la emergencia del sentido planteada por el lenguaje cobra su verdadera importancia cuando se consigue desvelar su coherencia.
El presente libro se ocupa de esto último: ¿De qué manera las estructuras lingüísticas hacen aparecer las significaciones? ¿Cómo se pueden constituir en mediaciones esenciales de sentido? ¿En qué consiste, en definitiva, esta dimensión de sentido que se abre a la existencia universal y verdadera?