San Ignacio de Loyola traduce en método para otros su propio camino interior y sistematiza una serie de ejercicios que hay que realizar, y una serie de observaciones y prácticas para alimentar la disposición de quien ha de ejercitarse y la del que ha de ayudarle.
"Los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola son la aportación más profunda a la reforma de la Iglesia, la más original y la de mayor alcance hasta nuestros mismos días. Su intención profunda con este método fue contribuir a la regeneración evangélica, persona a persona, de los cristianos, papa incluido" (de la introducción).