Para refutar científicamente la creencia en el alma no habría más que justificar experimentalmente que la materia se bastó a sí misma para que apareciera la vida, se desarrollara y se organizara como lo hace, y que la evolución del sistema nervioso es la única causa de la autoexperiencia de ser un yo consciente. ¿Lo ha conseguido la ciencia?, en absoluto, de hecho, después de varios siglos de empirismo, de hechos comprobables, cuantificables y que sea la ciencia la que cuente la historia del ser humano, desde la filosofía, y en diálogo con la ciencia, se están poniendo las bases para contar una historia complementaria en la que tenga definitivamente sitio el alma humana. Alma como vida y alma como conciencia, no obstante, posiblemente la idea de alma más original sea la de fantasma, una idea controvertida, ajena a la filosofía académica, pero que demostraría la existencia del alma y su trascendencia a la muerte. En este libro se dará voz al colectivo que tiene más experiencia y se le puede conceder mayor credibilidad al respecto: al de los sacerdotes exorcistas. Aunque sea un asunto propiamente religioso, e