Este libro ofrece una visión alternativa de la China antigua, un período crucial y particularmente fecundo en el terreno de la reflexión, cimentada en el estudio de los diversos modos en que se declinan tres efigies emblemáticas —sabios, desviados y autócratas— que, debido a sus propiedades o destrezas extraordinarias, se sitúan fuera de la norma y de lo común.
Lejos de penetrar en ese exuberante paisaje intelectual a partir de su núcleo seminal, ocupado de manera convencional por la ideología confuciana —paradigma de mesura, equilibrio y armonía—, se trata de explorar aquí su cartografía más indómita tal y como se expresa en una multitud de documentos poco transitados: manuales adivinatorios, códigos legales, breviarios cosmológicos, manuscritos militares, compilaciones litúrgicas o tratados filosóficos.
El análisis riguroso de esos materiales, muchos de ellos inéditos, conduce al lector ante la presencia inquietante y reveladora de seres estigmatizados por exhibir un cuerpo torturado a consecuencia de una condena penal; de personajes cuya conducta estrafalaria socava el carácter circunspecto y sacrosanto de los ritos funerarios; de individuos capaces de vaticinar el desenlace de un acontecimiento en sus estratos más incipientes; de expertos en persuasión que amenazan con conquistar países enteros valiéndose de sus afiladas lenguas; o de temibles gobernantes que anhelan imponer un orden absoluto adoptando para ello los rasgos fantasmagóricos de los espíritus y los principios inhumanos que rigen el cosmos.