Este libro pretende poner en diálogo el contenido de la Agenda 2030 con el pensamiento social cristiano. Orgánicamente, está concebido como un «manual» para facilitar la comprensión de los principios doctrinales que aporta el cristianismo a los acuerdos internacionales más importantes de nuestros días. ¿Qué ética necesitan las relaciones humanas para convivir en un planeta finito y garantizar que todos los seres humanos, iguales en dignidad, tengan acceso a los bienes y servicios, a las oportunidades y a los resultados de sus actividades para que puedan llevar a cabo una vida libre y razonadamente considerada como valiosa? La respuesta de la DSI, desde el humanismo teocéntrico, es el «desarrollo humano integral » que, teniendo como horizonte el Reino de Dios, invita a la conversión, al compromiso y a la acción concreta, a la luz del mensaje que Jesucristo reveló de un Dios que es Amor y otorga una Paz que el mundo no puede dar ni lograr de espaldas a Él.