Representante inspirado de la mística sufí del amor divino, Rumi dejó de ser un maestro de la enseñanza ortodoxa para convertirse en un iluminado. Según las propias palabras de su hijo Sultán Walad “No dejaba ni un momento de danzar. Había sido un sabio, pero se convirtió en un poeta. Había sido un asceta, pero se tornó ebrio de amor, no del vino de la uva, pues el alma iluminada solo bebe el vino de la Luz.”
La presente obra de W.C. Chittick desarrolla una aproximación accesible al gran público de la riqueza espiritual del sufismo y de la belleza infinita de la manifestación del amor humano y divino, principalmente de la figura de Rumi.
“El Amor no puede encontrarse ni en la erudición ni en la ciencia, ni en los libros ni en las páginas.
[…]
El Amor no puede ser contenido en nuestra habla ni en nuestra escucha; el Amor es un océano cuyas profundidades son insondables.
¿Intentarías contar las gotas del mar? Frente a aquel Océano, los siete mares no son nada”