Todos mantenemos múltiples relaciones con el mundo que nos rodea y la naturaleza de estos contactos es mucho más misteriosa de lo que nos pensamos. Por ejemplo, cuando tocamos una piedra, ¿qué sentimos? ¿la piedra o nuestra piel? ¿cómo funciona el sentido del equilibrio cuando, en un lugar completamente seguro, nos domina el vértigo? ¿qué pasa en nuestra alma cuando miramos un color? ¿qué expresa el hecho de que el ser humano es el único que tiene nariz? ¿qué sentido nos permite diferenciar entre oír música y oír hablar? ¿con qué sentidos experimentamos el pensamiento ajeno o el yo ajeno?
Albert Soesman no nos describe solamente cinco sentidos sino que va mucho más allá de las teorías habituales y nos introduce en los doce sentidos que, como "ventanas del alma", están en estrecha relación con las "ventanas del cosmos", es decir, los signos del Zodíaco