Cristianismo bizantino (1923) es mucho más que un libro de religión, de hagiografías o de teología. A través de la vida de tres santos del cristianismo primitivo oriental: Juan Clímaco, Dionisio Areopagita y Simeón el Estilita, Hugo Ball nos ofrece un panorama original de la constitución definitiva del cristianismo dentro de la cultura bizantina, llena de magia oriental, gnosticismo y filosofía neoplatónica; y, al mismo tiempo, su visión de la única posibilidad de vida plena tras las fragmentaciones y las relatividades de la modernidad de nuestra época: un monacato libre y contemplativo que anticipa formas de vida alternativas y contraculturales de nuestra más reciente historia cultural. Ya retirado de las vanguardias artísticas europeas y haciendo una vida cenobítica, Ball se dedicó a estudiar teología, historia y arte de la religión, pero nunca perdió de vista un objetivo central: hacerle una crítica ideológica y artística radical al mundo moderno y la cultura burguesa tras el desastre de la Primera Guerra Mundial.
Este «escrito edificante», si se mira con detenimiento, ha de entenderse dentro de la crisis intelectual y las experiencias existenciales que acompañaron desde siempre a Ball: su práctica artística en el dadaísmo, su activismo político y un profundo sentido simbólico de su religiosidad -tempranamente en sus diarios anotó: «Para entender el cubismo tal vez haya que leer a los Padres de la Iglesia»-. Por ello, nuestra edición de este libro se contextualiza con un esclarecedor prólogo del propio Hugo Ball, que no llegó a publicarse; el proyecto de la «vida» de un cuarto santo, Antonio el Egipcio; reseñas críticas en la época de su salida, y un amplísimo estudio de la obra realizado por el especialista alemán Bernd Wacker.