La evolución de la conciencia que surge desde el interior del ser humano, se manifiesta en el progresivo ascenso del pensar, facultad transparente cuya fuente es el Yo. Por tanto podríamos decir que la evolución de la conciencia es la evolución del Yo, un camino paralelo al curso del Sol, desde Oriente a Occidente.
Decimos con Goethe, “El mundo no tiene sentido fuera de la conciencia del hombre” y, además, si el ser humano no acierta a comprenderlo este maravilloso universo no cumpliría con la meta para la que fue creado. La realidad del mundo está atada a la comprensión que el hombre haga de él. Esta comprensión debe ser liberada de las ataduras del pensar dominante basado en la ideología materialista. Tiene que producirse un auténtica “resurrección” del pensar y adquirir la consciencia de que el mundo no es algo ajeno al hombre, sino que éste participa en su realidad como cocreador.
Este libro surgido de nuestra experiencia, de nuestros encuentros de estudio y reflexión durante más de treinta años, trata de mostrar un camino para comenzar a aproximarse a estos interrogantes y de evidenciar que tras lo visible late lo invisible. Pero para que podamos acercarnos a los fundamentos invisibles, debemos partir de una observación sutil de todos los fenómenos de la cultura, la ciencia y el arte e ir descubriendo así que tras el yo cotidiano, existe en potencia otro Yo, fuente de las facultades superiores, que son las que verdaderamente nos hacen Hombre.