Dos ejemplos muy claros de creyentes violentos son los nazis y los etarras, según sostiene el protagonista de este ensayo de novela: un personaje que acude a la consulta de un psicoanalista y le plantea un problema: su cabeza está llena de ideas sobre el mecanismo que conduce de las creencias a los dogmas, de los dogmas al fanatismo y del fanatismo a la violencia; un mecanismo que depende muy poco del tipo de creencias que lo alimenten (religiosas, sexistas, políticas, nacionalistas, lingüísticas, racistas?) y mucho del grado de pasión con que se impregnen y de su conversión en marca básica de identidad de un grupo.
Quiere escribir un libro sobre el tema, pero no logra darle forma. Tumbado en el diván, inicia las sesiones de asociación libre: sus recuerdos, sus ocurrencias, sus lecturas, sus reflexiones, sus dudas y sus descubrimientos se van desarrollando en una serie de monólogos. Las sesiones de análisis del proyecto que no logra escribir se confunden con el texto mismo del futuro libro que, sin que su autor lo advierta, se despliega en la consulta.
Esta obra es un ensayo narrativo escrito con técnica de «monólogo exterior». O quizá es una narración ensayística en la que el análisis del proceso creativo se superpone con el propio libro que está siendo creado. En cualquier caso, es un ensayo teórico con apariencia de monólogo novelesco que se mueve entre el pensamiento lógico y la libre asociación de ideas, entre la elaboración teórica de un libro y el propio libro así elaborado.
José Lázaro es profesor de Humanidades Médicas en la Universidad Autónoma de Madrid. Su libro anterior, Vidas y muertes de Luis Martín-Santos (Tusquets, 2009), fue galardonado con el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias.