Las investigaciones sobre la religión acompañaron a Benjamin Constant (1767-1830) durante más de cuarenta años, a pesar de inevitables interrupciones, debidas a la existencia agitada del hombre político, del periodista y del pensador. Obra de una vida, aunque muy pronto caída en el olvido, De la religión combina la afirmación del sentimiento religioso como inherente a la especie humana con la indagación de su perfeccionamiento en las formas históricas del fetichismo, el politeísmo y el teísmo. Obra también de un activo y hábil opositor liberal, es un hito en la historia de la mirada crítica dirigida al fenómeno religioso y un texto indispensable para entender la formación de la antropología de las religiones.