¿Qué es lo esencial de la fe cristiana? Durante los tres primeros siglos de la Iglesia, los esfuerzos por profundizar en esta cuestión dieron como frutos el credo de los apóstoles y el credo de Nicea, dos compendios de afirmaciones básicas de la fe que han perdurado a lo largo del tiempo y aún son compartidos por las principales confesiones cristianas.
Dichos credos, de hecho, no son simples listas de afirmaciones teológicas que regulan la fe, sino la expresión de en quién y en qué podemos confiar. Por otra parte, en ellos se ofrece un atisbo de otro mundo diferente, aquel en el que nuestras vidas, tanto a nivel individual como colectivo, pueden ser radicalmente transformadas.
Cuando una persona de nuestro tiempo pronuncia la palabra «creo», se está abriendo a una vasta realidad. Pero, sobre todo, lleva a cabo el sorprendente descubrimiento de que tales afirmaciones no pretenden sólo proporcionar una idea adecuada de Dios, sino hacer que se tome conciencia de que somos objeto de un amor inmutable, en el que se puede confiar eternamente y bajo cuya luz somos invitados a vivir.