El genial pensador ruso Vladímir Soloviov concibió «Teohumanidad» como una introducción sistemática a su doctrina. En este sentido, su intención de fondo fue elaborar una nueva síntesis entre el pensamiento filosófico y científico de Occidente y las tradiciones espirituales, especialmente de la cultura rusa. Su primer capítulo comienza así: «Voy a hablar de las verdades de la religión positiva; de asuntos, pues, muy alejados y muy extraños a la conciencia contemporánea. Pero es que la civilización contemporánea se interesa por cosas que ni interesaron ayer ni interesarán mañana. Permítaseme, por tanto, preferir aquello que es igualmente importante en todo tiempo. Por lo demás, no voy a entrar a polemizar con quienes, en la época actual, mantienen una actitud negativa hacia el principio religioso; y digo que no voy a disputar con los adversarios contemporáneos de la religión porque tienen razón. Afirmo que quienes rechazan la religión hoy en día tienen razón porque el estado actual de la propia religión suscita rechazo; porque la religión, de hecho, no es lo que debería ser».