Durante los últimos cien años, las mujeres más lúcidas han recorrido el camino de la búsqueda de su identidad, y han intentado hallar los elementos fundamentales que la constituyen. Este libro se ocupa del camino recorrido, pero también de la necesidad de que las mujeres se ayuden unas a otras a asumir todo lo que saben de sí mismas, y a proponer los valores que atesoran a toda la sociedad.
Enrica Rosanna destaca dos elementos esenciales del ser de la mujer. El primero, el hilo que sostiene la trama, consiste en la capacidad de «preocuparse por los demás»; el segundo es el corazón, el núcleo, la clave antropológica, y puede resumirse en una palabra compleja y a la vez ambigua: maternidad.
Si las mujeres quieren ofrecer verdaderamente su riqueza al mundo, ello tendrá muy poco que ver con lo que los varones son y hacen. No es posible seguir colaborando en una sociedad que busca a toda costa el bien tener y deja en segundo plano el bien ser y el bien estar. Resulta imprescindible apostar por los valores de la atención y el cuidado de los otros, transformando desde ellos las estructuras familiares, educativas y asistenciales, pero también las económicas, políticas y mercantiles. Aceptar la riqueza que las mujeres son constituye, pues, una de las pocas posibilidades reales para que la humanidad no se termine deshumanizando.