No es sólo en nuestras horas más bajas cuando sentimos que la ética está amenazada por el escepticismo, el relativismo, la hipocresía y el nihilismo. Acciones tales como dar caridad, cumplir con nuestro deber o reivindicar nuestros derechos pueden darnos motivos para sentirnos desconcertados o paralizados por el temor de que nuestros principios carezcan de fundamento. Muchas personas temen que la ciencia haya demostrado que éste es un mundo sin Dios y que todos somos criaturas genéticamente condenadas a ser egoístas y tribales, competitivas y agresivas.
Simon Blackburn, autor del best-seller Pensar, estructura este libro alrededor de estas y otras amenazas dirigidas contra la ética. En su intento de dar respuesta a siete argumentos distintos contra la imagen que tenemos de nosotros mismos como seres morales y civilizados, Blackburn empieza esbozando un recorrido por un pantanoso terreno filosófico en el que, sin su ayuda, seguramente quedaríamos encallados. Luego se enfrenta a los problemas de la vida y de la muerte y nos enseña a pensar sobre el significado de la vida, así como a desconfiar de los rígidos eslóganes que a menudo dominan los debates morales. Y, por último, ofrece un recorrido crítico por los distintos intentos de fundamentación de la ética que ha elaborado la tradición filosófica, desde Platón y Aristóteles hasta el pensamiento contemporáneo.