El libro de Cox y Heames supone una interesante combinación de teoría y estrategias prácticas, con excelentes sugerencias sobre cómo repensar nuestro papel como profesores y cómo reorganizarlo en la práctica cotidiana. Los autores parten de la idea de que el dominio de las tensiones que experimentamos en la enseñanza exige, en primer lugar, comprender que la relación educativa en nuestras clases ha cambiado y aún va a continuar cambiando; por tanto, estos cambios nos exigen establecer ajustes en los papeles que desempeñamos, permitiéndonos responder positivamente a las presiones de nuestro entorno.