Cómo saber si estamos aportando lo mejor de nosotros a nuestros hijos, alumnos o menores a nuestro cargo? ¿Cuándo dejaremos de dudar de si las decisiones que tomamos son las correctas? Mi primera lección de estos años es que no existe una manera de educar, y eso me calmó el alma.
Creo que la educación necesita de la constante reflexión y puesta en común entre los y las profesionales, entre las madres y padres que también se dedican a esta tarea tan apasionante y agotadora.
Deseaba compartir mi experiencia y aprendizajes durante estos años, que no han sido pocos. He escrito para todas aquellas personas sensibles y curiosas. Igualmente, quería aportar luz e ideas a vuestras posibles dudas, que también son y han sido las mías.