Un libro útil e ineludible que nos enseña a fomentar el desarrollo de una nueva forma de ser niño y hombre: una de las premisas de cambio fundamentales a la hora de desmontar los estereotipos de género y combatir la desigualdad. No son las hormonas, no es la testosterona, no es el hipotálamo, no es la masculinidad (esta se aprende y se construye). Es la insensibilidad, la competitividad, la rivalidad, la agresividad. Es la superioridad. Es la erótica de la virilidad. El abuso de poder. El sexismo. El androcentrismo. La misoginia. Es el patriarcado. Así es cómo, aún hoy, los niños siguen aprendiendo a ser hombres según el dictado de la masculinidad. Este libro, imprescindible para quien quiera educar a sus hijos varones en una sociedad más justa y feminista, nos ofrece las herramientas necesarias para detectar el machismo y así poder combatirlo, además de los instrumentos que nos ayudan a educar de forma neutra, en la empatía y la solidaridad; en la autoestima, el respeto y la amabilidad. En la resignificación de los juegos. En los cuidados y la corresponsabilidad. En el amor no romántico. En la revolución social.