La forma en la que experimentamos, modulamos y expresamos las emociones, la regulación emocional, es una dimensión esencial para la salud mental. La disregulación emocional está en la base de un número importante de trastornos mentales; el paradigma de la disregulación emocional persistente es el trastorno límite de la personalidad.
La terapia dialéctica comportamental es una intervención que constituye un magnífico ejemplo de la evolución de la terapia de conducta. Equilibra estrategias de aceptación y de cambio para conseguir mejorar la calidad de vida de pacientes, haciendo énfasis en el equilibrio entre la aceptación y el cambio que se hace presente en estrategias como mindfulness y tolerancia al malestar (aceptación), regulación emocional y eficacia interpersonal (cambio).