Bien podría afirmarse que la baja autoestima es uno de los padecimientos más profundos y comunes de nuestro tiempo. La desvalorización es una sensación que dilapida y desbarata proyectos, bloquea la posibilidad de ser creativo, genera inseguridad, incrementa, por ende, la angustia y la ansiedad, y complica la complejidad de las relaciones humanas. Es tal cual una plaga que paulatinamente carcome, arrasa, penetra, en forma escueta o abrupta, y deteriora la personalidad.
Cenicientas y patitos feos . De la desvalorización personal a la buena autoestima analiza de manera sencilla pero aguda la intrincada trama de la desvalorización humana. Indaga, tanto en los cuentos infantiles como en la vida misma, cómo las personas buscan afanosamente la valoración personal en el entorno, convirtiéndose en nenes buenos, pobres víctimas, ayudadores o alumnos ejemplares, entre otros, con la secreta expectativa de ser valorados y reconocidos.
De manera inversa a estos mecanismos, la buena autoestima es un proceso que va de adentro hacia fuera. Entonces, alguien que se siente Cisne o Princesa goza de una elevada autoestima: se siente pleno consigo mismo, se valoriza y se acepta. Pero, lamentablemente, los seres humanos, en la mayoría de los casos, lejos estamos de este estado de valor y más cerca nos hallamos de desvalorizarnos. Cenicientas y patitos feos no ofrece recetas mágicas, pero obliga, por así decirlo, a reflexionar acerca de nuestra estima personal y, principalmente, a no menospreciar nuestros recursos personales. Sentirnos plenos con nosotros mismos es saber que lo mejor que nos puede suceder es estar bien con nosotros mismos.
Marcelo R. Ceberio