En palabras de María Jesús Álava, autora del prólogo: “Este libro trata de facilitar caminos que nos lleven a la felicidad. Esa felicidad que no se puede comprar, pero sí se puede conquistar. Esa felicidad que depende más de nuestra actitud que de las circunstancias en que nos encontremos. Antonio San José quiere que nos ilusionemos en nuestro día a día, que disfrutemos de las pequeñas cosas, que nos llenemos de ánimo positivo, de buen humor, de sensaciones profundas, de las caricias y las oportunidades que nos ofrece la vida. Y, para ello, nos regala el fruto de sus muchos años de observaciones profundas y de reflexiones llenas de sabiduría.”
En suma, se trata de un antídoto contra la crispación y el desasosiego vital. En tono coloquial, San José pasa su mirada por las cosas cotidianas que nos hacen felices sin apenas reparar en ellas. Es una forma de poner los pies en la tierra y de dar valor a lo que demasiado a menudo ignoramos, por obvio, pero que es en lo que en realidad se sustenta la felicidad cotidiana Un libro que nos impregna de bienestar, sin que apenas nos demos cuenta.