Las personas felices no nacemos, nos hacemos. Con esfuerzo, con tesón, entrenando con ganas e ilusión vamos consiguiendo encontrar esas anclas que nos ayuden a mejorar. A descubrir esas pequeñas cosas que nos permiten disfrutar en la vida. Porque la felicidad no es un acto concreto. La felicidad es un estilo de vida, es una forma de afrontar el hoy y el mañana; de relacionarse con los demás; de sentir curiosidad por aprender?
Toda la historia de la humanidad está plagada de hombres y mujeres buscando la felicidad, buscando el equilibrio. Un equilibro que representa mediante la figura de una cometa, libre y capaz de volar. Un cometa que te aleja de una vida sin equilibrio y sin una misión. Parece que corren tiempos duros y que estamos inmersos en una enorme crisis de valores y principios. Pero esto lleva pasando siempre. Sólo hay que leer las descripciones que Sócrates, o Séneca hacen de su época para darse cuenta de que el mundo está en crisis permanente.
En estas páginas aprenderás, o es mi intención enseñarte, que eso da igual. Este es el mundo que nos ha tocado vivir. Y es el mejor que nos podría haber tocado. Es el mejor porque es el único, y eso ya es de por sí una razón poderosa. Puedes seguir quejándote. O atar fuerte tus botas y empezar a caminar. Tagore decía: ?si de noche lloráis por el sol, no podréis ver las estrellas?.
Si pensabas encontrarte el típico libro blandito de sonrisas y amores te has equivocado. Devuélvelo a la librería. Si piensas que este es el libro que habla de poner en tu carpeta de trabajo los Cheques del Banco del Universo que se convertirán en cheques de verdad que llegarán a tu buzón de correos con sólo desearlos fuertemente te has equivocado de portada. Creo que fue Rubinstein el que decía ?nadie puede reír si no ha llorado antes?.