Para que sea posible publicar un libro como este, ha sido necesaria una realidad nueva: la escuela infantil, concebida como un contexto de vida colectiva en el cual la infancia menor de tres años disfruta de la posibilidad de actuar e interactuar, de crecer y desarrollarse en un ambiente rico en posibilidades.
Sin esta realidad, no habría sido posible la observación, reflexión y acción de la investigación que recoge el libro, de ahí su interés ya que son escasas aún las ocasiones en que en nuestro país es posible ofrecer el resultado de una colaboración teórico-práctica de tal magnitud. Con Ritmos infantiles, los autores invitan a abrir nuevos caminos de investigación para el mundo académico, todavía, en demasiadas ocasiones, lejos de la realidad para conocerla, transformarla y construir una nueva teoría, y, con ella, una nueva realidad.
Vertebra todo el contenido de la investigación recogida en el libro una clara concepción de la infancia, de la educación y de la profesionalidad, haciendo especial énfasis en dos aspectos básicos: el tiempo, como una necesidad para el aprendizaje, y las emociones, íntimamente vinculadas a la mente, a la construcción del pensamiento, expresadas por el cuerpo muy especialmente en estas primeras edades.
Es pues un libro que invita a pensar, a reflexionar sobre la práctica cotidiana, a profundizar la manera de mirar y relacionarse con la infancia de 0 a 3 años.