Actualmente toda la población infantil española está escolarizada, sin embargo, la enseñanza actual no atiende algunas de las necesidades más urgentes y preocupantes. Las conductas violentas y las agresiones están aumentando de forma alarmante entre los jóvenes, de manera que la educación emocional adecuada parece ser una asignatura pendiente. No tratar de emociones y de resolución de conflictos en la enseñanza obligatoria, significa mantener al alumnado en un analfabetismo emocional que les dificultará la superación de los conflictos que se les presenten a todas las edades.
Una formación para la vida no puede consistir en intervenciones ocasionales cuando un conflicto ya se ha convertido en violencia, sino que requiere un proceso continuado de aprendizaje desde los primeros años de escolaridad. Tras muchos años de experiencia en la práctica y en la investigación sobre aprendizaje emocional y resolución de conflictos, las autoras ofrecen en este volumen sus reflexiones sobre esta enseñanza tan importante y un amplio programa de recursos y ejercicios. Su buena organización por edades y las útiles sugerencias para tratar temas precisos brindan a los profesores de primaria y secundaria instrumentos fáciles de usar en clase.