Estamos ante un libro importante que, aunque se fije en niños y adolescentes fineses, trata un fenómeno universal. La autora aporta una perspectiva única al análisis del desarrollo humano subrayando que, para que sea positivo en el individuo, lo esencial es el sentimiento de seguridad que se tiene cuando se toman decisiones personales, así como el sentido de justicia en las interacciones con el entorno. Los controles rígidos, las normas inflexibles reforzadas con castigos, destruyen la iniciativa y generan adolescentes alienados, defensivos... En este mundo del terrorismo cruel y la destrucción militar los docentes de hoy en día, que enseñan a los líderes del mañana, deberían leer este libro.