Tal vez viajar es un homenaje y un lamento,
una muestra más de que el amor, también
el amor por el viaje, es un conflicto
entre la realidad y el deseo.
A uno le hubiera gustado pasarse la vida
viajando, pero el viaje no tiene sentido
si no viene acompañado de belleza, y la
belleza viene definida por lo que importa,
que es la amistad, que es la solidaridad.
De nada sirve salir de viaje si uno no se da
cuenta de que la travesía de la vida supone
un aprendizaje en querer y en ser querido.
Tal vez viajar clama contra el viaje que
sirve para figurar en redes e indaga, tras
muchos años de su autor moviéndose
de acá para allá con bajo presupuesto y
mucho tiempo de reflexión, sobre qué es
lo que nos puede salvar del turismo y el
dolor del turismo.