El libro demuestra que, a pesar de que se ha evolucionado a lo largo de muchos siglos, la Catedral de Notre-Dame ha persistido como una piedra de toque para parisinos y cristianos en todas partes, y como un emblema del carácter francés a lo largo de la historia de la nación. Sus períodos de construcción, destrucción, abandono y restauración se describen aquí en términos accesibles. La restauración decisiva del edificio a mediados del siglo XIX por los arquitectos E.E. Viollet-le-Duc y J.-B Lassus -que le dieron al edificio su aguja característica- hace evidente que contribuyó, en gran parte, a dotar a Notre-Dame de su forma medieval familiar, trágicamente dañada en el incendio del 15 de abril de 2019.