A sus 11 años, Ramón Román Rodrigo no es ni alto ni bajo, ni listo ni tonto, ni gordo ni delgado. Solo destaca por ser muy atento con los demás, aunque los demás le dicen que, por eso mismo, es más raro que el comino. Si alguien se cae o está triste, el niño le planta un beso, o le regala una flor o le invita a una de sus galletas preferidas. Hay que ver qué raro eres, Ramón Román Rodrigo! . Pero a la aldea llega un Ogro enorme y feroz y, FIN, FAN FUN!, todos los hombres y muchachos van desapareciendo, engullidos. Será capaz Ramón Román Rodrigo de detener al Ogro hambriento? Le servirá de algo su mejor cualidad, la de ser amable con el resto?