El poeta y crítico teatral Diego Doncel ha escrito un Cáceres apasionado donde monumentalidad, itinerario personal y modernidad son claves en su discurso narrativo. Y junto a esa percepción de la ciudad patrimonial, frente a las bellezas de sus edificios, palacios e iglesias, el pintor Nacho Vergara ha puesto en pie una colección de ilustraciones extraordinarias donde ha tratado de hallar la carta de color, prestando atención a los detalles de la ciudad bella, detallando la vida de los edificios frente al discurrir del tiempo.