Emiliano Monge aborda en su nueva novela el drama de la desaparición forzada y de la violencia estructural en Latinoamérica «Sólo un escritor como Emiliano Monge pudo escribir esta novela excepcional. Si ya antes se colocó a la cabeza de la narrativa contemporánea, con Los vivos logra una ruptura radical en el modo de escribir sobre nuestro turbulento presente».
Fernanda Melchor¿México? Podría ser. Pero también podría ser su revés. Así como el tiempo podría ser éste o cualquiera y los personajes quienes son, además de quienes fueron y serán. En estas páginas, llenas de asombro y belleza, pérdidas y hallazgos, la realidad es un eterno deshacerse y rehacerse. Vestigia, cuyo pasado parece impenetrable, necesita recordar para entender su dolor; Hincapié desea cambiar su relación con los otros, pues no tolera vivir con el temor a que dejen de estar; el Niño, que irrumpe como relámpago, quiere dotar de sentido a las palabras y a las cosas, asomándose al silencio y al vacío, y Lucía, que persigue la lengua de los muertos, busca desentrañar qué hay tras la presencia y la ausencia. Emiliano Monge, uno de los autores mexicanos más reconocidos 02014;Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y English Pen Award02014;, nos atrapa con una historia sobre la desaparición y la aparición, tanto de seres como de cosas, y descifra todo un territorio de contradicciones, haciéndonos ver lo que no sabíamos ver, mientras oculta aquello que creíamos que estaba ahí. Una novela única, para leer y releer.Sobre la obra de Emiliano Monge se ha dicho:
«La de Monge es una escritura que es un compendio de humanidad».
Ariane Singer, Le Monde «Las ficciones de Monge son la metáfora exacta de la locura del mundo».
Eileen Battersby, The Guardian «Emiliano Monge es como Bolaño y McCarthy: su lenguaje, elegante y sombrío, llena de matices la violencia, el alma de los personajes y la geografía».
T. Bunstead, Times Literary Supplement «Aquí cabe el mundo entero».
Nadal Suau, El Mundo «Monge tiene el toque. El ángel».
Élmer Mendoza, El Universal«Leer a Emiliano Monge es sintonizar con una poesía oculta».
Berna González Harbour, El País