El encuentro y conquista de América fue, sin lugar a duda, uno de los acontecimientos más relevantes de la Edad Moderna europea. Sus consecuencias alcanzaron en mayor o menor medida a todas las regiones y a todas las capas de la sociedad. Uno de los aspectos más relevantes a la larga para la vida cotidiana fue la introducción y adaptación de plantas y animales americanos, que llegaron a ser parte esencial de las dietas y las gastronomías europeas.
Además de las despensas y mesas de toda Europa, alimentos americanos como el pavo, el maíz o el tomate comenzaron a aparecer en imágenes y textos de diversa naturaleza, desde obras de carácter científico, como libros de botánica o álbumes de naturalia, hasta las dedicadas a todo tipo de artes, como la literatura, el “arte de cozina”, las artes suntuarias y, cómo no, la pintura. Ocupando un espacio anecdótico o como protagonistas, su presencia sirvió no solo como testimonio de su llegada sino que adquirió con el tiempo interesantes connotaciones, ayudando así a enriquecer no solo la alimentación sino también la cultura textual y visual europea.