Este es un cuento que no se acaba nunca. Y siempre es diferente. También abriga, porque está bordado encima de una colcha. Lo empezó la abuela de la abuela de la abuela de mi abuela y explica la historia de la familia desde siempre. Ella bordó su historia. Hacía un tiempo que notaba que perdía la memoria, pero no quería olvidar los recuerdos de su vida, y los fue cosiendo en una colcha blanca. Mi abuela ha cosido su propia historia. Y cada tarde, nuestra gatita atigrada, la abuela y yo, nos entamos con la colcha y la abuela nos explica todas las historias que hay bordadas. Pero, desde hace ya un tiempo, el cuento aparece descosido por alguna parte, y la abuela lo tiene que zurcir mientras yo le explico como iba la historia que se ha deshilado. Ella dice que lo descose un duendecillo que se ha instalado en casa, pero... ¿Y si ella también ha empezado a perder la memoria?