En los escritos, surgidos un tanto al albur de la ocasión, van apareciendo personajes y lugares tan variados como Manet, Velazquez, Breton, Carlos Franco, Baudelaire, Picasso, Bonnard, Gutiérrez Solana, Freud, Giacometti, Jaime Lorente, Marquet, Juan Navarro Baldeweg, Matisse, Blinky Palermo, Seurat, Gómez de la Serna o Kandinsky, entre otros cientos, ocupando territorios tan ajenos como el Museo del Prado y Liliput, el Rastro y la Bauhaus.
Entre todos ellos, sin embargo, se teje una trama común que reivindica la naturaleza esencialmente carnal de la experiencia artística.