'Vino, amor, poesía y cólera' es un libro hecho a base de notas de IPhone, apuntes escritos en servilletas de bar, frases pintadas por las paredes y un firme rechazo por la poesía cursi y, o, indescifrable.
El objetivo de la obra no es, según palabras de la autora “impactar a los lectores con mis habilidades literarias, ni lloriquear por el último chico que no me ha querido, si no intentar poner sobre el papel pensamientos y emociones comunes a mi generación, acercar la poesía a la gente y la gente a la poesía y, en el mejor de los casos llegar a tocar su corazón, pero no en plan romántico, si no en plan literal, poder tocarlo con un dedo en su sangriento y cómodo hábitat como queriendo decir -eh! ¿estás ahí?-.
Y por último, demostrar un hecho en el que siempre he creído firmemente: que hay poesía en todas las cosas, desde las rosas hasta los baños de discoteca”.