Elisa, al borde la cincuentena, ya no es la misma que años atrás rompió con Zaro, el amor de su vida. Ahora se siente totalmente diferente: más libre, más desinhibida, menos cobarde. Y más fuerte también, pues el apoyo de sus grandes amigas Mabel, Anacris, Susa y Noelia (a las que conoció en clase de zumba y con quien congenió porque tenían algo en común: la torpeza a la hora de bailar) la han ayudado a recomponerse y a quererse.
Todas las amigas, salvo Noelia, rondan la cincuentena y se a los cambios propios de su edad, a la enfermedad y la pérdida, a los vaivenes familiares y sentimentales, a las relaciones tóxicas y, en definitiva, a todas las crisis que la vida les depara.
Uno de esas complicaciones ocurrirá cuando los caminos de Elisa y Zaro se vuelvan a cruzar a través de las páginas de la última novela que él acaba de publicar. Y es que ¿cómo recordar a un antiguo amor, el más importante de todos, cuando se es librera y quien te rompió el corazón es uno de los más famosos novelistas del momento?
Por suerte para Elisa, tiene las mejores amigas que una podría desear, en quienes se apoyará para superar cualquier obstáculo, por doloroso que sea, con tiramisú y confidencias. Pero estas amigas también tienen sus obstáculos propios, y Elisa tendrá que tenderles una mano para que puedan superarlos.
Con un pulso narrativo vertiginoso, con una prosa fluida, ágil y emocionante, Carmen Santos compone una novela valiente y divertida sobre amores destructivos, amores que regresan del pasado y amores inesperados. Pero, por encima de todo, sobre amistad.