Tarragona, años 60. Una niña de siete años viaja con su padre y su tío en el asiento trasero de un Citroën DS cuando la asalta una visión premonitoria. A partir de allí se desarrolla ante nuestros ojos la saga de los de Ré, una familia de comerciantes en vino del sur de la Provenza a la que la plaga de la filoxera de finales del siglo xix había llevado a probar fortuna en el Penedés y, más adelante, el Priorat. La historia de los de Ré gira en torno a tres ejes principales: el vino, que con el paso de las sucesivas generaciones dará pie a la marca Olivier de Ré, de renombre internacional; Marina, la madre, cuya trayectoria vital y obstinada en busca de un espacio propio se verá alterada por la viudez temprana y los diferentes avatares de su familia; y André, el pequeño de sus cinco hijos, que nace cuando el núcleo familiar ha comenzado su deriva y adquiere mayor protagonismo cuando le diagnostican una enfermedad mental. Con pinceladas de humor y una prosa sutil, a veces reflexiva y otras poética, Marie Jo Barbier consigue retratar las intensas emociones que suscitan el dolor y la pérdida, en una novela que