Fámulo supone la certificación del poeta Francisco Ferrer Lerín, hasta ahora conocido por una minoría de iniciados que sabían de su trayectoria alejada de los círculos literarios y de su nutriente influencia en aquellos novísimos que irrumpieron en la poesía española de los setenta. Es el libro en el que fija definitivamente su universo de referencias, con recreaciones culturalistas de grandes momentos históricos, reconstrucciones de experiencias vividas por el sujeto poético en sus muchas vidas y dedicaciones, escenas de bajos fondos que se resuelven como tramas policiacas, y unos memorables cuadernos de campo con las anotaciones de un naturalista y ornitólogo que describe en términos dramáticos escenas de la vida animal. La imprecación, la enumeración caótica, la explosión del léxico, el poema en prosa y el uso de referencias culturales a veces tan recónditas que pueden considerarse un género en sí mismo, alcanzan en este libro sus mayores cotas de expresividad gracias al tono sarcástico y desgarrado, al surrealismo elegante y al permanente impulso narrativo. Como dijo de su poesía Félix de Azúa, «muchos de sus poemas permiten al lector atento vivir experiencias inusitadas, capaces de transformar nuestras vidas terrestres en algo más próximo a la vida solar».Fámulo, en palabras de su autor, parece hallarse por fin a salvo de paráfrasis y justificaciones: «Llegados todos a la mayoría de edad, puedo ser leído sin amparo ni filtros».