El ser humano ha sido siempre consciente de la fragilidad de su naturaleza. La medicina, como una síntesis de ciencia y arte, existe desde los albores de la humanidad, y nunca ha renunciado a curar, aliviar o, como mínimo, a acompañar al enfermo. Mucho se ha escrito acerca de qué es la salud y qué la enfermedad; ha sido también constante el afán por hallar criterios con los que definir y clasificar las enfermedades. Pero definir la enfermedad a partir sólo de propiedades biológicas no es posible; hacerlo en términos puramente científicos no es suficiente según la perspectiva que, a lo largo de los años de ejercicio de la medicina, ha decantado el autor del libro. La trayectoria que éste arrastra como especialista de hospital le otorga una visión de conjunto en la que no encaja un concepto de enfermedad al margen de los valores y creencias del sujeto enfermo, es decir, sin colocar esta condición, para explicarla, dentro de los contextos del lenguaje, la emoción, la sociedad, el mundo vital, etcétera. Bajo la estructura de un ensayo breve y vivencial, el autor medita acerca de la enfermedad sobre la base de c