El merengue ha sido la música épica de la República Dominicana y sus intérpretes los cantores de la vida rural. El hombre del acordeón, en donde la poesía es una parte importante de la narración, nos introduce en el mundo mágico de la frontera que, a la vez que separa, une Haití con la República Dominicana, única isla con dos repúblicas en su seno y espacio de intercambio vital, en el que los llamados rayanos comparten dos culturas, dos creencias, dos modelos de vida. Entre el misterio brutal y lúdico de las galleras, de las creencias haitianas y dominicanas, el hombre de los merengues , personaje del recuerdo, vive la ruralidad mágica y política común a los años iniciales del siglo XX, momento en el que el músico merenguero, dios del acordeón según sus seguidores, inicia su combate musical contra la dictadura que una vez apoyó y contra el dictador al que enseñó a bailar merengues.