Amin y él tienen la misma edad. Nacieron el mismo día del mismo mes del mismo año. Uno en Argelia, el otro en Euskal Herria. Son amigos y sueñan. Sueñan con ser libres, desde mucho antes de ser encarcelados. Y son libres porque en su día a día, en su cotidianeidad, en el patio, en el taller y en aislamiento, en lo que al fin y al cabo conforma su rutina, construyen su libertad, o lo que es lo mismo, su vida.