Un conductor de autobús de Edimburgo dominado por su mujer —una alcohólica hambrienta de experiencias románticas—, una hija adolescente llena de odio y obsesionada por perder su virginidad, y un hijo atontado por el fútbol y los videojuegos conforman esta familia exclusivamente unida por la necesidad económica y el pánico a la soledad. La terrible pero a la vez rutinaria existencia de todos ellos se ve rota cuando la madre encuentra un amante. La pasividad de su marido, que solo aspira a una vida tranquila y es incapaz de hacer algo por salvar su matrimonio, se convierte en el detonante que hace que salte por los aires la gran farsa de la familia feliz. Algo se ha roto. Todos son conscientes de la miseria de sus vidas, pero ya no sienten deseos de luchar por reencontrarse.