Un hombre extraño, harapiento, que dice llamarse Viktor Dragoti, aparece en un pueblo de la Albania profunda. Su nombre coincide con el de un fugitivo abatido a tiros por la guardia costera albanesa nueve años atrás, cuando trataba de huir del país a nado. Se trate del auténtico Dragoti o de un impostor, su presencia perturba ostensiblemente los círculos del poder. El retorno de Dragoti es un viaje iniciático hacia el amor perdido, en el ambiente opresivo de una implacable dictadura que se adueña tanto de cuerpos como de almas. Es, también, la eterna lucha de la libertad contra la tiranía, combate en el que se involucran los mitos balcánicos y mediterráneos más ancestrales.