Este es un libro que no trata sobre los avatares literarios de Jorge Luis Borges. Tampoco supone una investigación biográfica. Es un reportaje que incursiona en la haz de la sombra que envielve su muerte en Ginebra. Venerado y vituperado, amado y rechazado como quizá ningún otro escritor en la Argentina. Borges desconcertó con su inesperado refugio en Suiza. De súbito, mandó despedir a la empleada doméstica que lo cuidara durante años en Buenos Aires, cambiando el testamento, abogados, médico y estado civil. Yéndose a culminar sus días al extrangero, atosigado de galardones, debarató los pronósticos. Algunos de los suyos se enteraron por la prense de su inhumanción en un cementerio distinto al anunciado en sus escritos. Casi todos fueron notificados por los jueces de que María Kodama fue nombrada absoluta heredera universal de sus bienes y derechos de autor. Descontando simpatías y hostilidades, parientes y amigos de Borges se sintieron despñazados por María Kodama, tenida por advenediza en los ambientes culturales, al margen de su proclamada licenciatura en letras. Las insidias alimentaron los juicios en los tribunale sy controversias en la prensa. Se acrecentaron incógnitas sobre la fortuna, catalizando disputas para repatriar sus restos. Las desavenecias deslucieron la figura de Borges que, en 1999, concitó unánime reconocimiento intelectual al celebrarse el centenario de su nacimiento. En estas páginas se cruzan las pasiones de un fenómeno que trasciende la celebridad de un bardo ciego y milagrosamente inigualable en el habla y en la letra. Al infiltrarse en los misteiro crepusculares de Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, la crónica fluye entre las fuerzas que tratan de incidir en su legado histórico.