Llegado a la literatura justo en el momento en el que acababa el Simbolismo, y fallecido la víspera del advenimiento del Dadaísmo en París
y del nacimiento del Surrealismo, Guillaume Apollinaire (1880-1918) desarrolló una obra situada en la encrucijada de las principales tendencias estéticas que atraviesan el siglo XX.
En "Las tetas de Tiresias", subtitulada "Drama surrealista en dos actos y un prólogo", Teresa muda de sexo y se convierte en hombre para librarse de las imposiciones sociales que sufre como mujer, tras lo cual abandona a su marido y emprende una exitosa carrera militar en Zanzíbar. El marido, a su vez, se adapta a la situación y asume hiperbólicamente los roles asociados a las mujeres, llegando a tener en un único día 40050 hijos. Ingeniosa, irreverente y arriesgada, la obra de Apollinaire cuestiona y desafía la moral de su época, al tiempo que llama a abrazar un futuro radicalmente nuevo, en el que los antiguos moldes se desechan para siempre.