Ella lucha por su vida. Él cumple con su deber. Y mientras, los dos caminan sobre la fina línea que separa el bien del mal.
Irene Ochoa está atrapada en un callejón sin salida. Marcos, su marido, es cada vez más violento. Las palizas son rutina. No hay otra opción:
la vida de Marcos o la suya. Un día él llega a casa más borracho de lo habitual y, con la botella en la mano, se queda profundamente dormido. Poco después, un incendio acaba con la vida de Marcos.
Todo ha salido según lo planeado, pero hay algo que Irene no puede controlar. Apenas ha empezado a disfrutar de su nueva vida, libre y segura, cuando conoce al hombre que podría arrebatársela: el inspector David Vázquez, el encargado del caso. Empieza así una relación marcada por la pasión, el deseo y el peligro.
Mientras tanto, el inspector Vázquez debe intentar detener al misterioso y violento homicida que está actuando en Roncesvalles, en los primeros kilómetros del Camino de Santiago. Varios peregrinos han perdido la vida y la policía apenas tiene pistas que le conduzcan al autor. En una carrera contrarreloj, David Vázquez arriesgará su propia vida para atrapar al asesino.