¿Qué tienen en común un ranchero australiano que se ve obligado a abandonar su tierra por la sequía con un inmigrante ecuatoriano cuya vida se quebró por culpa de un desgraciado accidente? ¿O una auditora cuyos escrúpulos le impiden falsear las cuentas de una multinacional con un oficinista cuya vida gris se ve alterada por la adquisición de un callicida con el que establece una relación casi erótica? ¿O una víctima de violencia de género que se siente obligada a ayudar a su maltratador, aun a riesgo de su vida, con una superviviente del desastre de Chernóbil? ¿O una enana, convertida en mujer bala, con un yonqui que urde un plan para desvalijar la casa de una anciana? ¿O una enferma de cáncer ávida de vivir su último viaje a Nueva York con un médico de un CIE en lucha entre lo moral y lo legal? ¿Y todos con Eva, la primera mujer? Tal vez nada o tal vez todo... Un todo basado con ese supuesto pecado original que nos hizo libres, aun a riesgo de sufrir.
Un libro que debería ser de lectura obligatoria. Para Adanes. Para todas nuestras Evas.