Muchas veces, cuando pensamos en la Historia Antigua, leemos lo que pasó, pero no nos preguntamos por qué las cosas fueron de aquella manera, o por qué sucedieron de aquella forma. Vemos el resultado, pero no como evolucionó la cuestión o como se resolvió». Josep Bargalló Rofes describe de esta manera la chispa que originó su primer libro publicado, "El ocaso del pueblo íbero".
Editado por Silva Editorial, el trabajo de Bargalló se enmarca en el epígrafe de la novela histórica, y transcurre entre el año 218 aC, con la llegada de Aníbal, y el 195, cuando Cató inicia la romanización de nuestro territorio.
«Todos hemos oído hablar de Tàrraco como la capital del imperio, pero no nos hemos entretenido en pensar en qué personas vivían en aquel lugar antes de que llegaran los cartagineses y los romanos y se pelearan utilizando a aquella gente como carne de cañón. Eran pueblos íberos que vivían tranquilo·lets en estas tierras», detalla el escritor.