Las Bull Mountains podrían ser un territorio mítico, pero son unas montañas reales. Desde hace poco vuelven a oírse aullidos: parece que los lobos han regresado. Se prepara ya una cacería, pero el que resultará muerto será un hombre. Wendell Newman no lo sabe, pero esos lobos están entretejiendo su destino. Es un joven ranchero sin rancho, que sobrevive en una destartalada caravana, mientras paga la deuda por los tratamientos médicos que no consiguieron salvar la vida de su madre. Entonces, una trabajadora social descubre que él es el único pariente de Rowdy Burns, un niño de siete años, hijo de una prima suya que está en la cárcel por tráfico de metanfetamina. Rowdy, mudo y con rasgos autistas, se traslada a vivir con él. La granítica realidad de Wendell se agrieta y afluye lo inesperado.