Jugué con su fuego… y me quemó para siempre
Para mí, Malcolm era un encargo más.
Debía desvelar su verdadera identidad, sus secretos más oscuros, pero el corazón se impuso a la razón y, pronto, caí en el pecado.
Malcolm es como una droga para mí, y yo soy adicta a él.
Ahora que la verdad ha salido a la luz, ¿volverá el hombre más codiciado de Chicago a confiar en mí?
Descubre el desenlace de la apasionada historia de amor de Malcolm y Rachel