La misma noche en que el príncipe heredero se escapa de palacio, a altas horas de la noche, saltando por la ventana, para casarse con su novio en el casino de Torrelodones, su padre, el rey, fallece de un ataque cardíaco mientras yace con su amante. Como no podía ser de otro modo, el presidente del Gobierno, Alonso Quijano, se ve desbordado por la situación... y los hechos se precipitan de forma disparatada.
Está claro que las cosas no andan bien... Con un humor desternillante y cierta irreverencia, José María Pont parodia sin piedad, casi como si fuera inglés, la realidad de un país que, aunque de forma grotesta y absurda, se parece sospechosamente cada vez más al nuestro.